Corría el año 1968 y Teresa, hoy de 55 años, jugaba con una amiga en frente al tiro federal de Gualeguay cuando distinguió que algo se movía entre un pastizal. Cuando fue a ver de que se trataba se encontró con una criatura diminuta de ojos enormes, cuando lo levanto sintió que su piel era fría y resbaladiza, y que poseía una cabeza enorme que no concordaba con sus extremidades sumamente delgadas
El caso fue reportado a la Fundación Argentina de Ovnilogía (FAO) y la noticia fue primicia del diario popular Argentino (para los que deseen googlear para más detalles)
El caso fue reportado a la Fundación Argentina de Ovnilogía (FAO) y la noticia fue primicia del diario popular Argentino (para los que deseen googlear para más detalles)
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